El canto de Mantras o la entonación de vibraciones sonoras, ha sido practicado por numerosas culturas desde tiempo inmemorial. En un principio, esos Mantras eran otorgados como los monjes, personas que habían dedicado treinta,cuarenta, cincuenta años de su vida al servicio a Dios. Con el paso del tiempo, todos los buscadores sinceros se hicieron elegibles para la meditación con Mantras. Sin embargo, cuando sus prácticas son limitadas, su progreso también es limitado.
Grandes espiritualistas iluminados y monjes santos de la antigüedad, han preservado algunos Mantras y oraciones que hasta hoy son cantados por las generaciones presentes, en distintos procesos religiosos. No obstante debido a que la naturaleza del Mantra es viviente, afirmante de la vida, desde un punto de vista consciente no podemos obtenerlo de un libro, porque éste es pasivo, inanimado. El Mantra es divino y desciende por su dulce deseo. Es una vibración divina que sólo el maestro espiritual viviente puede trasmitir en toda su plenitud.
Todas esas culturas distintas han dictado determinadas reglas para cantar sus respectivos Mantras, de conformidad con su nivel de conciencia, pero en todas se advierte al practicante que a través de la sumisión, el servicio y la devoción al Maestro que otorga el Mantra, puede progresar más rápidamente. Cuando se dispensa respeto y agradecimiento al Maestro que le ha otorgado el Power-Mantra, el practicante puede progresar como un cohete, porque la realidad divina se vuelve más tangible para él. También se aconseja respetar otras religiones y sistemas, recordando que nuestro corazón puede acomodarlo todo. Otra clave es dispensar respeto a todas las escrituras reveladas sobre la tierra, conscientes que nuestro Power-Mantra Personal es el aspecto más pleno y profundo de la Divinidad. Esa convicción nos impulsará hacia una mayor intensidad en nuestra meditación activa.
Todas esas culturas distintas han dictado determinadas reglas para cantar sus respectivos Mantras, de conformidad con su nivel de conciencia, pero en todas se advierte al practicante que a través de la sumisión, el servicio y la devoción al Maestro que otorga el Mantra, puede progresar más rápidamente. Cuando se dispensa respeto y agradecimiento al Maestro que le ha otorgado el Power-Mantra, el practicante puede progresar como un cohete, porque la realidad divina se vuelve más tangible para él. También se aconseja respetar otras religiones y sistemas, recordando que nuestro corazón puede acomodarlo todo. Otra clave es dispensar respeto a todas las escrituras reveladas sobre la tierra, conscientes que nuestro Power-Mantra Personal es el aspecto más pleno y profundo de la Divinidad. Esa convicción nos impulsará hacia una mayor intensidad en nuestra meditación activa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.